Presentada en la Climate Change Conference 2009, celebrada en Coopenague -de donde recibe su nombre- parece ser que se va a comercializar en España, por fin, el próximo año. Una buena alternativa a la bicicleta eléctrica y a la dinámica convencional. La recarga de sus baterias no precisa de corriente eléctrica, procede del movimiento del/de la usuaria y su tecnología permite un gran número de prestaciones adicionales de gran utilidad, convirtiendo tu bicicleta común en una bicicleta inteligente.
No te pierdas el artículo de Nacho Palou que reproducimos a continuación y que fue publicado en #INNOVA en el año 2011
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The Copenhagen Wheel es un desarrollo del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT)
que se presentó como GreenWheel a principios de 2009. Consiste en una
rueda de bicicleta que incorpora en la llanta, en el lugar ocupado por
el piñón, un plato que contiene un motor eléctrico, una batería y un
generador eléctrico. Por supuesto, también cuenta con un piñón y una
cadena de bicicleta común.
La función del conjunto
es recuperar parte de la energía procedente del movimiento para
convertirla en electricidad que se almacena en las baterías. En este
caso, la electricidad se obtiene principalmente de la energía liberada
al frenar o al retener para descender una pendiente. De este modo,
cuando es necesario un impulso extra –por ejemplo, al enfrentarse a una
pendiente– el motor eléctrico entra en funcionamiento, reduciendo la
necesidad de esfuerzo de pedaleo por parte del ciclista.
La
electrónica incorporada en el plato es la que se encarga de detectar
cuándo se está frenando (al pedalear hacia atrás) o cuando es necesario
suministrar potencia eléctrica, en función de la fuerza ejercida sobre
el pedal.
El
objetivo del proyecto The Copenhagen Wheel es hacer más atractivo el
uso de la bicicleta, especialmente en entornos urbanos, donde su uso
puede reducir significativamente la congestión de tráfico y la emisión
de gases contaminantes o considerados causantes del efecto invernadero,
como el CO2 originado por los vehículos de motor de combustión. El CO2
se produce por la quema de combustibles fósiles y, aunque no es nocivo,
es considerado el principal causante del calentamiento global.
Una
de las grandes ventajas que tiene la rueda Copenhague –denominada así
por la Cumbre de Copenhague en la que se debían establecer medidas
políticas para combatir el calentamiento global y durante la cual fue
presentada– es que precisamente hace que desplazarse en bicicleta sea
más cómodo y requiera menos esfuerzo, aumentando además la autonomía del
ciclista y eliminando el inconveniente que suponen los desniveles
geográficos.
En
la propia ciudad de Copenhague aspiran a que la mitad de la población
utilice la bicicleta para ir al colegio o al trabajo de forma habitual,
objetivo al que puede contribuir sin duda el invento al esta ciudad da
nombre.
Pero
la rueda Copenhague va más allá y forma parte, en palabras de Assaf
Biderman, uno de los desarrolladores del proyecto, “de una tendencia más
general: dotar de cierta inteligencia a los dispositivos que utilizamos
habitualmente para lograr que nos hagan más fácil el día a día.”
En
su configuración por defecto The Copenhagen Wheel dispone de una caja
de cambios de tres velocidades, un sensor de par y una serie de
baterías, además de los sensores mencionados y un módulo para
comunicaciones inalámbricas por 3G y Bluetooth. Sin embargo, está
diseñada para poder ser configurada según las necesidades de los
usuarios. Por ejemplo, es posible añadir más baterías para obtener más
impulso o añadir más sensores si se desea explotar aún más esa
posibilidad.
Análisis del entorno e interacción
El
mecanismo del MIT dispone de una serie de sensores que mide parámetros
como la temperatura, humedad, la calidad del aire (concentración de
monóxido de carbono y óxido de nitrógeno), la contaminación acústica o
la velocidad y dirección de desplazamiento.
A
través de un teléfono inteligente o smartphone, como un iPhone, con una
aplicación específica, el ciclista puede interactuar con el mecanismo
de propulsión y acceder a todas las mediciones registradas por la rueda,
además de recibir datos relativos al recorrido realizado, velocidad y
tiempos de desplazamiento, condiciones del suelo y del aire o el estado
del tráfico en el entorno cercano.
Todos
los datos recopilados durante el recorrido se puede compartir con otros
usuarios, o de forma anónima con un sistema que define y presenta con
precisión el estado de la ciudad a efectos de circular por ella en
bicicleta.
Desde la página The Copenhagen Wheel: Data Interface
se puede acceder a una aplicación online que ofrece datos en tiempo
real enviados por los sensores de las bicicletas en circulación. De este
modo se generan mapas de datos con información útil para circular:
niveles de ruido, de gases nocivos procedentes de los vehículos a motor
–como son el monóxido de carbono (CO) y el óxido de nitrógeno (NOx)–,
así como valores de temperatura y de humedad.
Los
datos ofrecidos pueden corresponder a mediciones en tiempo real o a un
histórico por horas o por días; además es posible ver sólo los datos
obtenidos por la bicicleta propia, por las de aquellos usuarios marcados
como “amigos” (normalmente conocido en el mundo real) o datos de la
ciudad en general, que se obtienen de aquellos enviados pública y
anónimamente por diversos usuarios.
La
opción de “donar” estos datos públicamente resulta en un beneficio para
todos los usuarios, ya que cuantos más usuarios envíen estos datos más
precisamente se puede conocer el estado del entorno y cuál es el impacto
que tiene el transporte a efectos de congestión, ruido, temperatura y
emisiones. Este tipo de información puede ser útil para todo aquel que
desea circular en bicicleta, y puede ayudar al desarrollo futuro de las
ciudades y su política de transportes.
Desde
el teléfono también es posible acceder a rutas preestablecidas desde un
ordenador, hacer un seguimiento del ejercicio físico realizado al
circular en bicicleta o conocer la posición de amigos que también
utilicen la rueda de Copenhague.
Vía
Bluetooth, desde el móvil, se pueden ajustar parámetros de la rueda:
cambiar de velocidad de marcha, establecer el nivel de asistencia
proporcionado por el motor eléctrico y bloquear o desbloquear el
mecanismo a modo de bloqueo antirrobo, que además envía un SMS al
propietario cuando detecta que la bicicleta intenta ser movida estando
bloqueada.
Fuente fotografía:
http://www.digitaltrends.com/cool-tech/superpedestrian-finally-accepting-pre-orders-revolutionary-copenhagen-wheel/#/1